Ecoladrillos: Un sencillo modo de ayudar al planeta

Como muestra el gráfico de la derecha, de lo que se tira a la basura sólo el 18% corresponde a residuos no reciclables. Si tomamos en cuenta que el argentino promedio desecha de 700 gramos a 1 kilogramo de “basura” diariamente, sólo 180 gramos corresponderían a los productos que no es posible recuperar. Por lo tanto, se desechan innecesariamente a pesar del consiguiente daño ambiental que provoca hacerlo, 820 gramos diarios. Anualizando las cantidades, el argentino en promedio deshecha casi 300 kilogramos de productos que podrían recuperarse si se realizara una separación en origen. No separar y descartar productos recuperables implica no solo la necesidad de fabricar mas objetos para reemplazarlos, lo que produce un gran consumo de energía y recursos sino que ademas provoca la saturación innecesaria y acelerada del centro de disposición final.

Ni hablar del daño que produciría la disposición final si el destino es uno de los numerosos basurales a cielo abierto que aún existen en la República Argentina.

Es importante tener en cuenta también, que aproximadamente la mitad del plástico que se produce tiene como destino envases y envoltorios que no sólo carecen de utilidad alguna sino que agregan un costo económico muy importante al producto, ademas del daño ambiental tremendo que producen al descartarlos, totalmente desproporcionado con relación a su utilidad.

Por todo ello, queremos recordarle que para una parte de los deshechos que genera en su hogar, esos que no pudo evitar comprar, existe una alternativa. 

ECOLADRILLOS, una forma muy sencilla de evitar tirar envoltorios plásticos, sinteticos e inorganicos terminen aumentando el volumen de la basura que generamos innecesariamente teniendo en cuenta que de esta forma no solo reducimos el volumen sino que también le damos un destino sustentable y acorde a la durabilidad de estos productos plásticos fabricados para usar y tirar.

Así como veremos en imágenes, estos ecoladrillos pueden ser usados para construir estructuras como paredes aprovechando una de sus principales características, la durabilidad increíble de los materiales utilizados para fabricarlos. Transformaremos en virtud, el tremendo atentado ambiental que implica fabricar productos descartables con materiales literalmente enternos. 

Existen diversas técnicas constructivas para utilizar los ecoladrillos en nuestros proyectos. Otras de las características que nos ofrecen es la aislación térmica y acústica, sumadas a la regulación de humedad.

No podemos dejar de resaltar otra de las grandes ventajas de utilizarlos reemplazando los ladrillos tradicionales: su costo. Si tenemos en cuenta que los desechos corresponden a envoltorios o partes de mercaderías que fueron compradas y que ya cumplieron su ciclo de vida útil, su valor ya se encuentra amortizado y por lo tanto, estamos frente a un producto totalmente gratis.

Tengan en cuenta que cuando reutilizamos o reciclamos un producto, no solo estamos evitando tirarlo y generar un daño ambiental al hacerlo, también estamos aprovechando todo el daño que produjo su fabricación y el consumo de energía y recursos.

Otras razones que no son menores para fomentar su uso es el efecto educativo de fabricar los ecoladrillos, el beneficio social de producir viviendas de menor costo, el trabajo comunitario al generar campañas tanto para reunirlos como para utilizarlos en la construcción final. Por último, la implementación de proyectos comunitarios como éste favorece la integración de la población.

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